quarta-feira, 14 de outubro de 2009

Cómo sobreviví al Cervantino


Día 0:
Temeroso de un abarrotamiento en cada licorería de la ciudad. Prontamente reservé unas cuantas caguamas en mi refri. Éstas me salvarán cuando me quede sin un quinto y quiera seguir bebiendo. Así como para tener un atractivo para llegar a la casa.
En conjunto con el tequila que aún me queda de mi cumpleaños, el alcohol casero no será ningún problema.
He marcado los eventos a los que quiero asistir en el festival. Mayormente teatro. Debo conseguir boletos.



Día 1: 
Luego de la clase de Inés, me dirigí al café calipso para ver un lamentable juego de la selección mexicana. Vi los fuegos artificiales y noté cómo efectivamente las calles se llenaban bastante, pero no como para decir que no se podía caminar.
No pude asistir a ningún evento. Ya habrá oportunidad.
Volví a casa.



Día 2:
Ya revisando los horarios y costos de los eventos, me entristeció ver que no todos estaban a mi alcance (Hamlet de Lituania cuesta $500).
Pasé toda la tarde buscando los gratuitos, o los menos groseros. Lástima, me perdí la coreografía brasileña, el cuarteto de violines, el teatro negro que me trae ciertos recuerdos, y algunos otros.
Apenas pude ver el teatro libre de Zacatecas sobre un barco que viaja a la luna. Bastante bueno.
Recogí mi ropa limpia, no me quedaron ganas de leer nada. Quiero ver Prison Break de nuevo.
Volví a casa.



Día 3:
Amanecí con flojera, para variar. No fue sino hasta que tomé un baño que agarré algo de energía.
Bajé al centro sin mucha esperanza en ver algo interesante. Caminé buen tramo hasta un tianguis hippie donde compré una pulsera. Más adelante compré unos rastrillos.
Hubo un evento de malabarismo, Alejandro Capo traído desde Argentina por el teatro callejero de Cata (video aquí). Tras ello, unas zacatecanas me preguntaron por el bar Zilch. Las acompañé hasta él, luego me pasé al café calipso donde me estuve hasta la medianoche. Fui a cenar enchiladas suizas y me dispuse a ir a casa.
Antes, pasé al Rincón del Beso. A petición del inge -dueño- subí al podium y declamé un par de poemas, El Espantapájaros y el Cuervo. Bebí hasta las 3 de la mañana; un hombre al salir me dijo "hasta luego, poeta". Cuánto tiempo había yo esperado para que un perfecto desconocido me designara por tal nombre. Lo más seguro, le dije al inge, es que regrese.
Volví a casa.



Día 4:
Invitación al Antik. ¿Podemos hablar? Pues va ¿qué tengo qué perder? Se habló, todo en orden. Había un baile tradicional zacatecano que poco me interesaba. Otra bohemia oscura por favor viejo, y mi voz se extinguió en el tapiz de aquel bar tan neutro. "Ah macho, me ha gustado este sitio ¿eh? Que es todo un viaje" reíase una española junto a mí en la barra. El mesero apurado sólo le seguía el juego a modo mecánico. "Vengo de ver una escena en San Fernando, pero qué maravilla ha sido ¿eh? Un espectáculo de luces que te cagas". Es raro, ni la mujer ésa ni cualquier otra me parecen desde un tiempo para acá en absoluto interesante. Yo debería estar tendido en el patio de mi casa soportando el frío con un tequila en la mano, no en un bar tan neutro rodeado de nadies y viendo la pantalla de videos para demostrarme a mí mismo, otra vez, cuánto me aburre Radiohead. Ale, viejo ¿me das otra Bohemia oscura por favor? Y que les den por el culo.
Luego al DDR donde me abordó un niño de 14 años parlanchín y rollero tratando de ser mi best friend. -Tienes que descansar antes de meter la otra ficha, no, no te voy a dejar, a ver tu aliento, eeeh!! Has tomado ¿verdad?-. Pff ¿quién se ha creído? Todavía tuvo la desfachatez de lanzarme una ligera patada en la espalda. Va, mi última ficha y me largo. No hubo caso, el niño me siguió por toda la calle haciéndome las preguntas más insulsas (algo recuerdo que venía platicando del sabor de los quesos). No me dejó entrar a otro bar, tuve que ir a una cafetería por una soda italiana, a insistencia del nuevo fan.
Me acompañó hasta su casa (¿?) yo ya más desesperado que molesto.

-¿A qué edad perdiste la virginidad? 
-a los 18 
-¡uy ¿tantos?! ¿Cuál escritor modernista es tu favorito? 
-Pff, no sé.. Tablada. 
-Aaah no lo conozco.. el mío es Pablo Neruda. 
-Ése no es modernista. Los autores modernistas son a principios del siglo XX. 
-Ah yo digo modernistas de los más nuevos. ¿Y tienes novia? ¿O te gustan los hombres? 
(Miren nomás a este cáemebien). -No, no me gustan los hombres, y no, no tengo novia. 
-Aah, yo tengo una amiga que quiere andar con alguien para darle celos a su exnovio, si quieres te la presento. 
-Sí, sí quiero. (algo bueno tuvo que salir ¿su amiga tendrá 14 años también?) 
-Bueno, pásame tu correo y conéctate el lunes como a eso de las 4. 
-Sí, whatever. Adiós.

A los Lobos por mi última cerveza. 2 hamburguesas por $20. El viento andaba grosero, las nubes volaban bajo. Me urge terminar la lectura del jueves para comenzar de una vez con la del lunes. No había luz en toda la calle.
Volví a casa.



Día que sea.
Bien, no pude seguir la crónica, y alguien en específico sabe por qué. No son detalles que gustan publicarse.
Bástase decir la desfachatez de insultar, agredir, tocar a la fuerza, y luego pedir dinero prestado.
Bah, lo perdono todo -Lain lo vale. Lain vale eso y mucho más-.
En resumen, el Cervantino estuvo bien. Sólo vi lo barato y gratuito, en pos de mi bolsillo y mi escuela, mi diabólica escuela que demanda la comprensión de lecturas incomprensibles.
Termina el Cervantino, sobreviví al alcohol en lo que cabe. Cerré con un antro tan aburrido como son todos los antros punchis-punchis, donde el acontecimiento más interesante, además del cumpleaños de mi hermana, fue la mujer desconocida que llegó y así nomás me regaló un condón.
Ya, se lo agradezco. No sé de qué tenga yo la cara, pero una cosa de ésas vienen bien y jamás sobran.

domingo, 27 de setembro de 2009

¿Por qué los hombres aman a las Gamers?

Pregunta: ¿Por qué los hombres aman a las Gamers?
Respuesta: Porque tener una novia que sobreviva a una invasión zombie, no tiene precio.


Sí, pues bueno. A ustedes, hembras, les gustan sensibles, nalgones, afines a la música, de buen empleo, detallistas, caballerosos, puntuales, arreglados, higiénicos, divertidos, inteligentes, sobrios, ambiciosos, espontáneos, deportistas, considerados, elocuentes, formales, fuertes, amables, hogareños, fieles, con buen sentido de la moda sin dejar de ser por ello varoniles, que sean buenos escuchando y que además, de algún modo -todavía no sé cómo p*nches cómo-, les lean la mente cuando las hormonas las invadan y mágicamente les digan exactamente lo que quieren escuchar.

Pues bien, mucha suerte con eso. Yo les aplaudo esa visión de prospecto tan muy suya y tan no conformista del hombre ideal. Ciertamente estamos hablando de un varón muy interesante y, digamos... un poquito imposible, por no decir homosexual, o ya comprometido con alguna otra chica más afortunada que tú (porque naturalmente ninguna amiga, por más amiga tuya que sea, va a presentarte en charola de plata a un hombre soltero así).

Claro que hay que considerar que este amigo, además del super cuero que sería y de su talento natural para tocar la guitarra debe para poder hacer válidos todos estos indispensables atributos estar incondicionalmente interesado solamente en ti.

Sí, sí. Digo incondicionalmente porque parece ser que a ustedes luego de imaginar esto no les pasa por la mente que para atraer a semejante muchacho (quien repito, es muy difícil que alguien así sea heterosexual), ustedes deben ser igualmente tan maravillosas y apetecibles como él. Y es aquí cuando entra en juego la técnica de la mujer bella y delicada (por no decir la güera estupidona) que supone que para estar al lado de este Mauriciofernando hay que adoptar un papel de trofeo subprotagónico para vanagloriar el ego del camarada. Y es que ¿a qué hombre no le gusta traer de la mano a un objeto dedicado a levantarle el autoestima por ser el afortunado en llevar al antro al juguete sexual más llamativo de todos? Sí, suena bastante lógico.

Y así entonces, ustedes, esclaves del glamour sacrifican a su persona para echar mano de productos industriales para el cabello, vestidos brillantes, maquillaje infrahumano y zapatos poco funcionales, en un circense intento por vencer al resto de las competidoras y ser finalmente el valioso trofeo V.I.P. de ese gran partido. Felicidades chicas, seguro que su improbable Danielfrancisco sabrá reconocer y apreciar todas esas virtudes que hacen de ustedes las mujeres únicas y especiales que todos los hombres valoramos.


Pues a propósito de todo esto, yo les voy a decir un gran secreto. Una verdad que inclusive muchos aclamados varones no han advertido todavía y que tiene mucha mejor lógica si lo revisamos bien a fondo. Mientras que ustedes mujeres esperan sentadas a este galán macho-femenino improbable (¿ya había dicho improbable?) del millón de dólares, nosotros hombres, despreocupados y prácticos como siempre somos, y a diferencia de su inacabable lista de "must have"s solamente pedimos un pequeñísimo y sencillo detalle: Que sean gamers.

Sí, tal como eso: Gamers. mujeres que tienen idea de la tecnología, coordinan la mente con el cuerpo y son letales a la hora de ejecutar cualquier comando. Si lo piensan bien, una Girl Gamer es garantía infalible de la mujer idónea; lo es inclusive para aquellos hombres que no juegan videojuegos como su naturaleza de macho finisecular se los impera.

Con gusto les explico por qué. Verán, una Girl Gamer como tal (esto es, que sienta una especial degustación por los videojuegos) tiene características que nos dejan a los varones con el ojo cuadrado más de lo que nos deja su habilidad para almacenar baratijas en una bolsa. Para ser una Girl Gamer hay que tener una concentración mental y física que no se encuentra en cualquier chica. Para ser Girl Gamer hay que vencer el remarcado prejuicio de que las mujeres no saben jugar videojuegos y borrar de la cabeza ese irritante "estoy gorda" con el que todas las mujeres cargan y nefastean; muchas chavas erróneamente piensan que por jugar videojuegos son menos femeninas y deben ser retiradas de todo círculo. La idea es sobradamente errónea, la Gamer lo sabe y rápidamente lo supera.



Nada habla mejor de una mujer que sus ganas intrínsecas por vencer en un juego o su capacidad para memorizar una secuencia de botones; una mujer jugando videojuegos me revela a mí muchos detalles de su personalidad así como su habiliidad para convivir y entender el mundo masculino (el equivalente a su ridícula demanda de que nosotros entendamos lo que se siente tener cólicos. A diferencia de las Girl Gamers, tales hombres no existen).

Que una mujer diga "yo soy mejor que tú en el Halo" es como si dijera "yo tengo más potencia sexual que tú" pero sin ser ofensiva en absoluto. Y si realmente ella te parte la madre en el Halo, es un tremendo "soy demasiada mujer para ti" y ciertamente lo es, no puede discutirse (-güey, esa chica me ganó en el Halo; voy a pedirle que sea mi esposa-).

La Girl Gamer tiene siempre una carga positiva muy especial, una vibra cálida propia de una mujer que es segura de sí misma, que tiene deseos de aprender, de enfrentar, y que sabe adaptarse a los obstáculos que se le presenten, por más masculinos que éstos sean. Una mujer que comprenda lo que se le está pidiendo en determinada misión es como para ustedes un hombre que a primera mano pueda sacar del perchero el pantalón de su talla exacta y que además, combine con sus zapatos fiuscha carmesí.



Mis semejantes han de coincidir conmigo en que pocos fetiches son más sexys que una mujer con un control de X-box en la mano. Escuchamos algo en ellas que dice "yo estoy dispuesta a darte una buena batalla" y eso prende machín. Ella se revela ante nosotros con esa fuerza de mujer moderna y habilidosa que viene a ponernos a prueba, pero al mismo tiempo, viene a convivir con nosotros en sana paz. Con los amigos claro que existe la competencia pero se trata más de un combate de habilidad contra habilidad que sirve para pasar el buen rato. Jugar contra una Girl Gamer sin embargo es un evento muy diferente; se produce con ella un nexo intuitivo que raya entre la intimidad y el orgullo y que, ciertamente, puede llegar a ser muy erótico.

Si la chica pierde, no hay ningún problema, se comprende; lo que se hace simplemente es, le das algún tip, la niña te escucha y entonces así como si nada lo intenta de nuevo. ¿Qué otra evidencia necesitas para saber que la chica, además de ser atenta y paciente, también es emprendedora? ¿Qué más necesitas de su parte para que una relación con ella funcione?:

-Dispara cuando la mira esté roja-
-ok, ¿a cuáles les disparo?-
-a los que traigan el nombre rojo-
-ah ok... uf me mataron otra vez, pero ahí voy por él-

Es mucho más admirable y habla mejor de la chica que un:

-Dispárale a ésos-
-¿a cuáles?-
-a los de rojo-
-¿con cuál les disparo?-
-con el B-
-¿el B? ¿cuál es el B?-
-el botón azul-
-¿cuál es el azul?-
-pues el azul-
-¿cuál azul?-

Por mejor vestida que venga la morra, esta actitud tan asustadiza indica en el acto que la chica es insegura y no es capaz de estudiar ni lo que tiene entre las manos.


Imaginen nada más esta escena:
Una tarde, la chica te llama y te dice "¿Qué te parece si vamos a Blockbuster, rentamos un Guitar Hero y jugamos aquí en mi casa?". Con mucho gusto. Pasas al Oxxo por algunas chelas, llegas a su casa por ella, van por el juego, de paso se llevan también alguna movie, y pasan la tarde solos platicando, bebiendo y disfrutando sanamente de un buen juego en su cuarto. Si la ocasión se presta se puede cerrar la noche con sexo y ya, nos vemos mañana, que descanses. Una velada así es muchísimo más cómoda que "Todavía no estoy lista. No sé qué ponerme. ¿A dónde vamos? Me da igual. Ay no, ahí no. Se me olvidó la credencial. Voy al baño. Me duele la cabeza. Ya vámonos. ¿Por qué te le quedas viendo a esa chava?".


Todos, incluso los que no jueguen videojuegos, saben lo frustrante que es esto. Una Girl Gamer por el contrario, siempre preferirá una sala tranquila, fachas cómodas, música ligera y olvidándose de todo glamour tedioso y pretencioso, se dedicará simplemente a disfrutar de la convivencia, y a dar un aire de despreocupación, control y pasividad. Inspiran una armonía con quiénes son que nos transmiten en el acto. Son la encarnación de una actitud natural y cómoda que no pretende impresionar a nadie.


Poco puedes desconfiar de una chica gamer. El click es inmediato. Ellas por lo general son independientes, críticas, abiertas, divertidas, positivas, inteligentes, creativas, transigentes y hábiles, por evocar sólo algunas sutilezas que las conforman. Poco interesa realmente si trae el cabello perfumado o si su rimel combina con los aretes, y con ese desprecio de frivolidades ella se ahorra el problema de las máscaras, y nosotros el de la galantería. Lo que realmente pedimos es que la chica tenga interacción con su cerebro y que mande al diablo todas las demandas sociales así como hemos mandado al diablo nosotros la importancia de un conjunto de ropa. La minórica y simpática Girl Gamer vive entre círculos de amistad muy cerrados donde no puede platicar con ninguna de sus amigas sobre el hecho de que Link le parece muy guapo, o que Némesis le da metido buenos sustos, porque o la ignoran, o la terminan valorando menos.


El hombre intuye esa situación tan excluyente por la que se pasa para ser Gamer y por lo mismo que lo sabe, puede platicar con ella de que sí, ciertamente Link es un personaje guapo y Némesis merece respeto. Y entonces el nexo entre ella y él se hace mucho más íntimo y más especial todavía que él con sus amigos y que ella con sus amigas. Un chico sabe que una Gamer es una especie en peligro de extinción, y por tanto la apreciará como tal.


Entonces ¿exactamente en qué radica esa peculiaridad de las gamers? Me atrevo a decir que la Girl Gamer está mucho más preparada para convivir en una relación que la chica promedio desconocedora del GTA y ajena a los MMO, por lo que resulta mucho más atractiva que un bonito vestido con el que no podemos discutir sobre la salida de un nuevo juego sin decepcionarnos.

Y es que en general, una buena Girl Gamer está bien enfocada en sus ideas, tiene una sobresaliente agilidad mental, se siente bien consigo misma y no se cierra a nuevas ideas o nuevos retos, porque tiene ese don de aprender rápido. A la chica gamer le gusta convivir, se intriga con las buenas historias, no se vence por los errores ni se traga los prejuicios sociales; está siempre motivada y la aborda un espíritu competitivo basado más en la superación personal que en la humillación sobre el otro. Una Girl Gamer -que por lo general también escucha buena música- envuelve todas las características importantes en un solo paquete: es energética, atenta, disciplinada, lógica, astuta, emprendedora y muy pasional. Una chica con esas cualidades tanto mentales como actitudinales, junto con esa audacia innata para aprender de sus errores y tener la disposición para enfrentar los retos es lo que a los hombres nos satisface, seamos o no seamos unos Joséfederico, juguemos o no juguemos videojuegos.









Y es que, vamos chicas. La vida aquí se trata de pasársela bien más que de verse bien.

sábado, 1 de agosto de 2009

Sobre eso que nomás a mí me interesa.





El proyecto parecía millonariamente redituable. La franquicia estaba en su clímax y la publicidad no podría ser mejor. The Matrix Online [MxO] prometía ser la continuidad fija de la más representativa saga de un cyberpunk que poco a poco iba robándole terreno al resto de las exposiciones de la ciencia ficción.

The Matrix se reveló en 1999 como la más importante revolución cinematográfica del fin de siglo gracias a sus técnicas de cámara, su anécdota intelectual y la amalgama de simbolismos y referencias culturales. El sinnúmero de parodias que se le hicieron en seguida no fueron sino reconocimientos a la creatividad de los hermanos Wachowski quienes pese a desconocer el medio hollywoodense y con poco presupuesto trajeron al mundo una nueva visión de la relación hombre-máquina mezclando algo de conspiración gubernamental, existencialismo sartriano y la importancia de la elección en la vida del ser humano. Pensadores como Hume, Nietzsche y Baudrillard por sólo mencionar algunos encuentran en The Matrix reflexiones tan propias del filósofo como del personaje o de los diálogos dentro de la película.

Este éxito -o novedad en el cine de ciencia ficción- le abrió las puertas a los hermanos cineastas para proseguir con su proyecto. The Matrix no era una película, era una manera de ficcionizar la vida e imprimir algo de la historia y la filosofía humana en el trayecto. Con el presupuesto a tope, Andy y Larry Wachowski utilizaron todos los medios para expandir la idea señalada. Dos
secuelas que culminaron con la trama terminaron por demostrar que The Matrix pretendía una monarquía total sobre el género. A esto le
siguieron 9 cortometrajes que expandieron la narración mostrada en la pantalla grande y los cómics a su vez contaron breves historias sobre el resto de las tripulaciones de Sión.

No fue sino en los videojuegos donde The Matrix encontraría su segunda "fuente de poder" y es que la relación película-videojuego que pretendían los hermanos también se convertía en algo nunca antes visto. La intención no era "jugar las escenas de la película" sino "jugar las escenas que no viste en la película" y que sin embargo sucedieron como eventos cronológicamente paralelos a ella (exceptuando Path of Neo, cuya única intención fue complacer a los fans que exigían jugar al mando de El Elegido).

Así pues, Enter the Matrix interactuaba con la narración de Matrix Reloaded y The Animatrix y con ello expandía la historiedad que envolvía a toda la saga. En pocas palabras, las películas eran apenas la punta del iceberg de todo lo que The Matrix pretendía ser en realidad.

Y entra aquí el tema que me interesa desarrollar. Llega al terreno de juego The Matrix Online con la idea única de proseguir la historia que Revolutions había ya concluído. Con esa proyección en mente, MxO heredaba la responsabilidad de mantener a The Matrix en el trono donde estaba a través de la narración online y a la continuidad de los sucesos que ocurrirían después de la paz anhelada que si bien servía como conclusión cinematográfica, no era suficiente para satisfacer a los seguidores del universo de The Matrix. Preguntas como ¿Qué pasó con Morfeo? ¿Cómo vivieron los hombres y las máquinas a partir de entonces? ¿Cuánto tiempo podría durar esa paz? y ¿Neo está realmente muerto? Encontrarían sus respuestas dentro de MxO por medio de las acciones de los jugadores y la intervención de personajes que sobrevivieron a la guerra previa y de otros tantos que fueron surgiendo conforme avanzaba la crónica.

La intención era buena: el jugador tomaría la píldora roja tal como lo hicieron los héroes en la pantalla y así se reclutaría en las filas de las fuerzas humanas o bien, apoyaría las posturas de la inteligencia artificial. La idea de comandar una nave, combatir agentes peligrosos, participar en conspiraciones e interactuar con personajes clave de la saga era un éxito seguro, pues The Matrix estaba en la cúspide y los Massive Multiplayer Online [MMO] iban cada día en ascenso. El juego estaba bien hecho y contaba con las exigencias que todo jugador en línea siente familiar.

Desde el inicio, la introducción al juego es de calidad. Un video introductorio con la Oráculo envuelve a perfección al jugador dentro del ambiente de The Matrix y el tutorial narrado es difícil de encontrar en otro MMO. La personalización del pj también es notable. El juego introducía lo típico encontrado en los juegos en línea; razas o profesiones de guerreros, magos, tanques y crafters con los nombres del universo de la Matrix (soldados, hackers, coders, etc). El sistema de combate era competitivo y la ciudad era detallada y precisa. Los Devs (Desarrolladores, Game Masters, etc.) estaban dedicados totalmente al avance de la cronología por medio de misiones y videos que se designaban a cada capítulo, y la comunidad era a grandes rasgos activa. En resumen, hablamos de un MMO de excelente calidad independientemente a su temática o intención.

Parecía pues que The Matrix Online era el sustituto perfecto a las tradicionales secuelas cinematográficas. Duró 4 años y medio en la red, tiempo en el que transitaron poco más de 1000 usuarios. ¿Qué fue lo que pasó entonces? Lo que parecía ser la nueva fase de The Matrix quebró poco antes de llegar al lustro y nadie se vio interesado en darle seguimiento a esa legendaria franquicia que los Wachowski habían traído al mundo 10 años atrás.
¿Por qué? Es fácil pensar que Sony Online Entertainment [SOE], compañía que compró los derechos del juego confiando en el éxito que ya he venido señalando, le perdió interés a una temática que sin nuevas prescencias en el cine difícilmente le traería más jugadores.
Con el tiempo SOE fue restándole presupuesto a MxO para dedicarse al resto de sus juegos y así, el futuro de la Matrix poco a poco se vino abajo; periódicamente se fue perdiendo al animador, al programador, al diseñador gráfico hasta que finalmente no quedó ni un alma que mantuviera al servidor activo. No pasó mucho tiempo para que las actualizaciones dejaran de ser llamativas: se perdieron los videos introductorios, y las ideas propuestas por los jugadores caían en oídos sordos. Todo esto fue el resultado de la indiferencia de SOE por darle vida al prometedor imperio.

Habría que ver entonces por qué el pobre interés de la compañía; podemos atribuirlo a la cantidad de usuarios registrados para MxO. Tratábanse alrededor de 300 jugadores en línea por día, sumando los 3 servidores que funcionaban en MxO. En lo personal no me parecen pocos, pero 300 diarios en relación al resto de los MMO que SOE administra, tal vez sí estemos hablando de una cantidad muy reducida.

Ello se debe en base a los enormes filtros externos que existen para que alguien llegue a jugar MxO con regularidad. Analicemos al 'MxO Player': primero, debe tratarse de un fiel seguidor de la trama de The Matrix; la mayoría de las personas no le entendieron a ninguna de las películas y ése es un mercado que pierde MxO. Otro detalle también es el costo mensual por jugar, pues pocas personas pagarían 16 dólares al mes por jugar un videojuego cuando las empresas nos han acostumbrado a pagar únicamente cuando adquirimos el disco, y la piratería por otro lado, nos acostumbró a no pagar nada en absoluto. MxO fue de los primeros juegos en exigir una tarifa mensual más o menos costosa, y que por supuesto sólo fue aceptada por un grupo todavía más pequeño. Es decir, de los pocos fanáticos de la saga que se han mantenido durante 10 años, sólo nos quedamos con los que están dispuestos a realizar el pago de los $16 cada mes y que encima de ello, sepan inglés y tengan el tiempo para jugar a la hora adecuada y asistir a las reuniones eventuales.

Es comprensible pues que nos encontremos en una ciudad abandonada, donde las charlas son menores y la cacería de raid bosses es casi imposible. Pero parece que SOE no quiso analizar o solucionar esto, y pronto se arrepintió de haber hecho la compra. El cese era inminente y
sacrificar a unos cuantos usuarios era el menor de los problemas.

Analicemos también otro rubro, y esto es ya desde la perspectiva de jugador. Cierto es que no estuve las 24 horas conviviendo con el resto de los redpills, y poco entendí del sistema de combate (pero reconozco que es bueno), sin embargo creo que mis 3 años de juego en MxO me avalan un poco para compartir mi siguiente punto de vista.

Me atrevo a decir que la convivencia real en MxO era casi imposible. Al menos en Vector, servidor donde estás abierto al fuego enemigo, te veías obligado a hablar en privado para no ser escuchado -y con ello destruido- por jugadores que rondan el área, y con mayor razón si el jugador contrario no toleraba que hablaras en español.

Esta postura de matar todo aquello que tenga hp impedía establecer una charla con algún extraño y por ello, impedía el rol. Entiendo que a los jugadores les gusta el PvP y que Vector fue puesto para eso, pero si resumimos todo lo antes mencionado, estaremos de acuerdo en que hablamos de un juego dedicado al rol y al desarrollo de la historia. Volvemos a la intención final de MxO: continuar la historia que Matrix Revolutions dejó pendiente. Y si los servidores Recursion y Syntax fueron los diseñados para el rol, entonces no habría necesidad de rolear en Vector, ni de considerar clanes o las misiones de organización ahí. A lo que voy es: Vector tiene el plus de la hostilidad pero es un error poner esto tan encima de la temática real del juego.

Cierto, fui un pésimo contrincante, y los cq (combat quantity, o bien cantidad de jugadores que has derrotado) nunca valieron para mí más de $i200; la verdad es que prefería aprovechar otros recursos de MxO más que farmear cqs que finalmente nunca tuvieron ninguna utilidad fuera de la presunción del player. Yo procuraba más las tareas de buscar armas nuevas o un buen sitio para una fotografía y pese a terminar sin ningún cq, disfrutaba de las dimensiones del juego que no se vieron muy bien apreciadas.
Los jugadores en Vector parecían no entender esto y se obstinaban en matar y volver a matar a cuanto pj vieran como si su permanencia en el juego dependiera de ello. Eso sin mencionar las enemistades que se hacían por actitudes presuntuosas de aquel que se jodía al otro. Sin entrar más a detalle de mi experiencia personal, considero que las relaciones y los papeles asumidos entre los jugadores estaban fracturados y ello estropeó la convivencia entre redpills que le fue confiada a MxO. La gente le huía a la gente, y cuando se reunían era sólo para destruirse.

No encuentro nada qué culpar por el cierre de MxO. No podría llamarlo un fracaso porque durante el tiempo que se mantuvo logró excelentes resultados, y los jugadores con mayor iniciativa ofrecían excelentes concursos muy creativos y variados (cómo olvidar el Caption Contest cada semana y las Vector Olympics dignas de televisarse). El juego visualmente es superior a cantidades de MMO, y en general no le falta gran cosa. Por otro lado, el peso del nombre The Matrix se convierte en su propia tumba, pues mientras la franquicia carezca de fuerza y envejezca con el tiempo, MxO siempre caerá.

quinta-feira, 9 de julho de 2009

Se supo de una vez en la que 3 boxeadores de la vieja Italia, famosos por ser rompenarices y personas sangrientas y brutales, se reunieron en un exclusivo bar en el centro de la capital italiana.

La gente los miraba atemorizados, se trataba de las bestias más sanginarias jamás conocidas, reunidas en un solo sitio. Sin embargo, la sorpresa de los boxeadores fue aún mayor cuando recbieron ahí mismo en el bar la invitación del mismisimo Capo di tutti capi, a tomar algunas copas en la zona privilegiada de semejante club.

Los hombres, con todo y su fama se acercaron con respeto, y aceptaron la invitación del rey de la mafia, éste, luego de algunos brindis, llamó a varias señoritas y las ofreció a los matones invitados para bailar con ellos. Los hombres, buscando quedar bien ante los ojos de Capone, pasaron a la pista siguiendo a sus acompañantes.

Uno de ellos, luego de varias piezas y satisfecho con la danza de su compañera, le sugirió al anfitrión que bailara él con ella, pues se trataba de una bailarina excepcional.
-Lo siento- negó Capone echándose un trago -los hombres de verdad no bailan.

quarta-feira, 17 de junho de 2009

Dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
-José Martí.
.Y veo
Y vuelo.



José Alfredo Jiménez lo dice bien: "¿Quién no sabe en esta vida la traición tan conocida que nos deja un mal amor?"; porque, ¿a quién no le han roto por lo menos una vez el corazón? Y es que cuando el objeto deseado o amado desaparece, el dolor es tal que el pecho nos duele y falta la respración, falta la energía. Recordemos a Galdós, a Queiroz, a Flaubert y a otros tantos en quienes las heroínas se morían de amor, de tristeza y pesar, de tormento en el corazón.
Es inevitable, aunque nos cuidemos, aunque andemos alerta; a todos tarde o temprano, a todos nos llega el momento de sufrir el mal de amores, ése que nos hace sentir abatidos, resentidos, frustrados, furiosos. Pero el que se ríe se lleva, y el que se mete a enamorarse se arriesga a victimizarse y supone saber del desengaño; "Quién lo probó, lo sabe" diría Lope de Vega.
Y es que la delicia del amor nos hace ver al otro ser como alguien único, grande, maravillosamente fuera de este mundo. La pérdida entonces resulta la peor tragedia y la gran calamidad. Cuando perdemos a alguien, sentimos que el resto de la gente no importará jamás; la vida se vuelve difícil, seguir parece casi imposible. Ya lo decía Borges: "Tu ausencia me rodea como la cuerda a la garganta, el mar al que se hunde".
La ausencia, la falta de ese alguien que hace sentir un vacío tan grande que a muchos nos ha conminado a hastiarnos de la vida. Cuando hemos construído todo en ese "otro", el hoyo se puede volver tan profundo y fatal, que nos impulsa a no querer querer otra vez. Lo sabemos de Werther, de Madame Bobary. Lo sabemos de Historia de Amor, de Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos, de Diario de una Pasión. Sabemos que destruir el amor sólo puede desembocar a un terrible final nunca deseado.
El mal de amores tiene efectos secundarios comprobadísimos, como la depresión química y el cese de endorfinas -ésas que generan emociones positivas- y como resultado, nos sentimos mal. Cuando el amor falta, cuando no es alcanzable, cuando se niega, el dolor es verdaderamente real. Duelen las articulaciones, las piernas, el pecho, el todo. De aquí que el amor se convierte en coraje, y luego en odio; se convierte en un odio que, de hecho, se parece más al amor verdadero que a un odio real.




Y por cierto
hoy soñé contigo
toda la noche.
y fue bueno.





















terça-feira, 19 de maio de 2009

Un poeta este Faitelson




Las chihuahuenses cada vez más guapas.

Y los toluqueños cada vez más..... sureños.

sexta-feira, 1 de maio de 2009

Mexicanos al grito de idioteces.


Perdimos la mitad del territorio del país
¿Qué hacemos?

Mmmh.. ¡Niños Héroes!




Gortari nos dejó en bancarrota
¿Qué hacemos?

Mmmh.. ¡Un chupacabras!





Hay transacciones externas del gobierno 
¿Qué hacemos?

Mmmh.. ¡Un ejército zapatista!




Los narcos van en aumento
¿Qué hacemos?

Mmmh.. una epidemia de virus de puercos!





Ya quiero verlo:



Se nos terminó el petróleo
¿Qué hacemos?

Mmmh... Alienígenas reviven a los muertos para invadir a la Tierra y vendernos como esclavos en el planeta Kriptón.


...Ah jijos ¿y sí se la creerán?
A huevo; pinches mexicanos son unos pendejos.

segunda-feira, 27 de abril de 2009

Tesina para la titulación de Licenciatura (Primera Parte)

Para definir lo que es literatura erótica habría que estrictamente dedicarse a definir lo que no es literatura erótica, y lo que ésta logra y pretende con cada una de las palabras obligadamente seleccionadas con cuidado. Sentarse a desmenuzar y clasificar los elementos que la distinguen como tal sería, en cada vez, inventar nuevos requisitos que nada tendrán que ver con la ocasión anterior en la que se ha definido. García Lara acierta en decir “vano sería cualquier intento de análisis o examen del erotismo que no partiera de la previa constatación de su carácter escurridizo y polimorfo”. Con ello entendemos que el erotismo se mueve siempre en un terreno ambiguo e indeterminado. Lo erótico se presenta siempre como algo estrechamente unido al concepto de límite, lo cual forza a establecer hasta dónde pretendemos llegar al momento de guiar al lector hacia un momento sexual, o bien, hacia una insinuación de éste.

Estamos hablando entonces de un género volátil y cambiante, cuya base se encuentra (y esto como premisa del trabajo que aquí presento) en el eufemismo, en el no decir, y en las alusiones (o bien ausencias) que se hacen hacia miembros, acciones y sentires del cuerpo que ante una mención directa podrían ser insultantes o hirientes dependiendo siempre de su forma de presentación. Con esto me refiero a que la literatura erótica, abarcando desde luego también a la poesía, depende del cuidado que el escritor aplique para hablar de una intimidad y una pasión que no excite al lector, sino que lo haga cómplice de un acto que es enteramente personal para ambos. Tal como señala Ana María Moix: “Diríase que con sólo enjuiciar u oir el término ‘literatura erótica’ resultará ya innecesaria toda explicación del mismo, como si expresara por sí solo un contenido, un significado claro, determinado, unívocamente universal con el que todos estuviéramos de acuerdo”. Compartir un sentido tan privado como lo es la sexualidad y la pareja exige mucho tacto a la hora de evocar las ideas que van a darle a la obra el sentido de ser un texto profundo en el deseo personal, pero que cuidando de no hacerlo sentir invasor o punzante.

Para mantener esta diferencia tan delgada y cambiante hace falta, como ya dije, entender lo que no es literatura erótica, y dejarle en claro al lector cuál es la intención de la obra al momento de utilizar ciertas metáforas e imágenes sexuales que puedan ser consideradas ofensivas si no se logran con el tacto adecuado. Aquí habría que pensar en que cada persona va a aplicar las referencias sexuales del texto a su propia sexualidad, y es esta subjetividad, junto con la moral social y el pudor,  la que obliga al autor erótico a pensar cuidadosamente sus palabras, y es aquí donde viene el verdadero trabajo del erotismo: ¿cómo recreo algo tan universal y bello como es el sexo en algo tan personal y pecaminoso como es el sexo? El tabú impuesto por la sociedad sobre el tema es lo que forja esta arma de doble filo que el autor debe considerar a la hora de hacer su jugada; tiene que cuidar qué está evocando, cómo lo está evocando y para qué lo está evocando. No tener cuidado en esto sería llanamente poner en la mesa un acto que no solamente es común, sino también castigado.

Es justamente sobre este cuidado como Ana Clavel trabaja y opera en su novela. La autora sabe que el tema que está manejando está confinado a ser un acto deshonroso y despreciable que, si se redacta como tal, como es, como se siente, en lugar de una novela erótica tendremos un testimonio de un pederasta, y no el conflicto sexual y llamativo que siente el personaje principal como víctima de su propio deseo. Mantener un control sobre lo que el lector aprueba y lo que la sociedad reprueba exige de saber utilizar las palabras y encaminar el curso de la historia en un viaje hacia el corazón del hombre apasionado, un viaje que se entienda es sobre la excitación sin hacer mención a ella. El acto erótico se entiende como una subliminación de los simples actos sexuales que se puedan asociar con la belleza y el arte exento absolutamente de todo castigo y censura.

Para fortuna del autor erótico, es sencillo definir qué no es literatura erótica sin ahondar tanto en lo que sí es literatura erótica. Aquí entra un término en general repudiado y tabú como lo es la pornografía, absoluta enemiga del erotismo (la hermana gemela malvada, si se puede decir). Ema Llorente lo expone de la siguiente manera: “La pornografía se siente como un exceso o una superabundancia sin reserva que, en algún sentido, resulta agresiva. Lo pornográfico es descriptivo e imitativo de una realidad externa que copia sin reparos y en detalle”. Estableciendo esta afirmación entendemos pues que el erotismo crea una infinidad de alusiones que pueden inventarse y reinventarse, mientras que la pornografía siempre será una imitación explícita de una realidad que nada tiene que ver con la pasión, sino con la excitación. Es decir, la pornografía es una reacción material en el lector, una excitación directa; en cambio el erotismo, acaso procaz y fuerte, pasa por el filtro del eufemismo y la metáfora para lograr un lenguaje más poético. La pornografía desde luego, no entra en la selección literaria. El acto sexual es siempre el mismo, son los juegos eróticos los que dan la acentuación pasional e innumerable debido su fuerza intelectual. Y es que es el sentido artístico y creativo el que aquí nos ocupa; buscando esa estética, podemos despegarnos del sentido pornográfico o bien, de la perversión del acto sexual, como comenta Ana María Moix “así como el erotismo está íntimamente ligado a la obra de arte en general, ya sea literaria, pictórica o escultórica, la pornografía rara vez guarda relación con lo artístico y pocas son las novelas o relatos pornográficos de los que podamos afirmar que posean una calidad literaria digna de tomarse en cuenta”. Es evidente que el valor de la estética es sobradamente importante y será la metáfora, la alusión y el eufemismo lo que le dé sentido al gusto por la lectura erótica y que, por ello, mantendrá al margen a la pornografía como tal.

Puede verse a la escritura erótica como trasgresora, porque exterioriza una ensoñación-recreación que generalmente se limita al margen de lo privado. La trasgresión reside en exhibir con palabras algo que pertenece al mundo personal de la imaginación o del acto. Desde luego, esto tendría que ver con la violación de determinadas leyes o de seriedad. Es común la asociación del erotismo con el juego y, sobre todo, con un tono intencionalmente relajado. Esto es posible dado que la literatura erótica exalta al amor físico, al pasional, al triunfante, y por ello existe un espacio al júbilo y al juego dada la forma íntima y personal en la que se mueve el erotismo. Su seriedad pues, radicaría en la forma de expresión sobre el acto sexual, y de cómo tener la frialdad para detallar el sexo o la interacción carnal sin llegar a ser por ello explícito o por demás demasiado ilustrado; el erotismo no tiene permiso de ser en extremo revelador, pero sí de reflejar a placer el deseo sexual que el sexo despierta.

Tomando en cuenta que estas licencias están fijadas a términos de autocensura, habría que pensar también que las definiciones a las que está ligada la literatura erótica obedecen a parámetros cambiantes y subjetivos. Más de un lector encasillaría la novela de Clavel como exponente o enaltecedor de la pedofilia sin importar cuánta reflexión o evasión hace el personaje al respecto. Entonces no estaríamos refiriéndonos a literatura erótica, sino a literatura agresora, y aquí volvemos a la búsqueda que defina con exactitud a la literatura erótica, o bien en este caso, al género al que pertenece Las Violetas son flores del deseo.

Existe en ella erotismo pueril que acata las reglas de eufemismo que he estado señalando. Es decir, la autora no revela el deseo por las niñas, sino sólo su deseo como tal. Cierto es que no muchos encontrarán al tema como incitante o sexual, sino lo entenderán como un texto propositivo, arriesgado y perturbante, y si hablamos de culturas sociales más arraigadas, entonces nos estamos enfrentando a una novela absolutamente inmoral y reprobable. Cubrir un punto de vista general se vuelve complicado por la multiforma que tiene el erotismo, y que la novela alcanza a tocar con tintes pasionales y amorosos. Sería necesario plantear el problema del erotismo o de la literatura erótica en relación con la teoría de los géneros y discutir la pertinencia de pensar que puede existir deseo sexual en el estupro y que éste a su vez da pie a subgéneros eróticos. Aunque dicha cuestión rebasa los límites de lo socialmente aceptado, no se encuentra en la novela analizada como un elemento ofensivo o pornográfico, ya que Clavel utiliza la sutileza y la metáfora que hacen la diferencia entre la vulgaridad y el acto sexual. No hay que olvidar que evitando las palabras deshonestas y sustituyéndolas por otras socialmente aceptadas, cualquier tema está permitido entre el público incluido el sexo. José Alonso Hernández lo ve de la siguiente manera: “Tenemos en primer lugar, la designación erótica literal denotativa, es decir, los términos generalmente considerados groseros, razón por la que son rechazados con frecuencia. Este rechazo que, a nivel normativo, extralingüístico desde luego, suele darse también a nivel del habla (“eso no se dice”, “no digas groserías”, etcétera) es el que empuja a la creación de designaciones eufemísticas o metafóricas”. Esta diferencia consiste no sólo en darle forma bella al deseo por  Violeta que es de entrada alarmante, sino también dibujarlo a manera amistosa y lúdica para que ningún lector encuentre la novela como grosera u ofensiva. Ana Clavel sabe esto, y cuida su redacción para no dar trámite a la malinterpretación de la novela como un testimonio de un pedófilo, sino como el adentramiento a la visión de un hombre apasionado por las muñecas. Podemos suponer que es la técnica literaria la que rescata o identifica a la obra erótica, y es por ello que sea tan debatible el establecimiento del género. Las palabras en general no son buenas ni malas, ni sucias ni limpias en sí mismas, sino que dependen de la intencionalidad y modo del uso que reciban. Mientras el autor presente un tratamiento de belleza y exaltación más que la excitación explícita y desenfrenada, entonces estamos hablando de una novela erótica per sé. 

Naturalmente estoy considerando la cuestión estética en la novela para enfatizar su condición de erotismo y no erotismo. El erotismo y la pornografía no se distinguen ya por su contenido más o menos explícito, ni por su léxico más o menos directo, sino por la presencia de un filtro que opera en lo erótico y que en Las Violetas son flores del deseo funge como censura ante un tema tabú y terriblemente castigado por las sociedades actuales como lo es el libido en sí. Para desarrollar el relato, Clavel aplica lo que parece ser la estética erótica adecuada para no caer en la vulgaridad, pesadez, o dicho en mejor forma, pornografía.

quarta-feira, 1 de abril de 2009

Conocí a un joven de ¿qué serán? unos 19 años; alto y espigado, de gran belleza oscura tipo griega, abundante cabellera naturalmente rizada que adornaba un rostro ovalado, una nariz recta, boca dibujada firmemente y unos ojos negros en los que habitaba una mirada asuente y sombría.
Había en él un no sé qué de etéreo y si bien por momentos lo acometía un entusiasmo súbito y fugaz, la mayor parte del tiempo lo predominaba el ensueño.

¡Pero sus manos! Dios mio. Cuando conocí sus manos y lo que éstas eran capaces de hacer, no hizo falta saber de él nada más.






domingo, 22 de março de 2009

Regular Basis.

Daria: They're not going to make fun of me?

Jane: For peeing in the woods? Come on, Daria. These guys puke on each other on a regular basis.

Jess: That reminds me. Trent, you owe me a shirt.

quinta-feira, 12 de março de 2009

Todos. Impresos. yo.



El Escritor
¿Nunca has sentido... como si alguien te vigilara? ¿Nunca has sentido... como si alguien te esperara? ¿Estoy soñando?.... ¿O solo imagino?...  Ay amor... te esperaré toda la vida.... te esperaré hasta la muerte… siempre… siempre estoy... amor… esperándote.













El Enamorado
Ya es la hora.... iré a dormir... ruego que mi alma esté a salvo... y si he de morir antes que despierte.... ruego a Dios me lleve a su lado... -y a la inversa-.


















La Vengadora
¡Oh! Pero qué pareja tú y yo... Traídos aquí para ser felices, no para sufrir... tiempos tristes... tiempos malos... todos los veremos pasar.... y pronto sabremos si es verdad... lo que tú y yo sentimos.












El Introvertido
Otra vez no... otra vez no... Este sueño del que no puedo despertar... ¿Qué es real? ¿Qué es real? Comienzo a tener dificultades.... para alcanzar lo que necesito... lo que necesito... algo en qué confiar... el azúcar que me esconde. ¡Oh! dulce azúcar... sálvame... de esta habitación que me confina... me confina... mi dulce azúcar.










El Perturbado
¡Ah sí! Ya he estado aquí antes... lo veo con los ojos cerrados... Sombras que parecen sangre... y muerte que la mente percibe. El miedo que surge de mi cabeza... vive en el espejo... ¿Por qué no me dejas irme? ¿Acaso la crueldad de excita?











El Guerrero
¿Dónde estoy? No puede ser... ¿Quién eres? Yo te conozco... No te atreverías... ¿Lo harías? ¡No luches conmigo! ¡Enciéndeme! Mi gatillo... Tus dedos... Tu oscuridad... Yo la conozco... ¡Acércate! ¡Lo he visto! ¡Hablo en serio!

sexta-feira, 20 de fevereiro de 2009



Umbrosis
para la mujer que siempre es La Mujer.









Esperamos

yo y mi cama

un tendido de sales viejas

un refrigerador vacío.

 

Silencio.

 

Yo y lo que

asumo

era un eco

esperamos la asonancia

como respuesta

como sangre en los ojos

como siempre, la vida y la muerte.

 

Porque tú no mueres

Alessa del demonio.

Temo el fiero de tu nombre

y castigo (como sea)

esa insolencia ajena al tiempo.

Tú tan voceada, tan intangible

más lejana que la felicidad embruta.

 

No mueres nunca

ni aun cuando respiro.

No dejas de restaurar tus dientes

en mis repetidas ansias de multiplicarte.

 

En el sótano de tus paraísos

en la perpetuidad de tus brazos largos

en esta enferma cara mía.

 

En tu beso de carne cuando duermo

al aire, mi aire, un aire agitado;

un niño temeroso de la materia

y de la silueta que se ha extinto.

 

Pero tú no, Alessa del demonio

tú no sabes ser unísona

será por ello que te deteste.

Tú no sonríes bonito

ni me enorgullece decir que te quiero.

Dama de hierro sin dama ni hierro

que si bebo a la salud de tus pechos

es para salir de esta muerte

y volver –en cada vez– al mismo sitio.

 

Más que un hombre

soy un forastero cargado de letras

como fantasmas de sangre

que nunca dejó de tener dieciséis años.

 

Que se tutea con tu muerte

que palabrea tus intestinos colgando.

Que te quiere muerta, infeliz, destazada

en la insalubre cabeza

de la podredumbre y las bibliotecas.

 

Como aliento de tierra

el reflejo de eliminar un asco con otro.

Voluntad por permitirme la tez ahumada

la voz que te encuentra

la voz marabunta que te arranque los  pelos

como estas ansias de matarte

y hacer de tus días

unas tragedias circulares.

 

Afirmar el fracaso de Venus

y de tus mártires llorones.

Tu estampa en cualquier laguna

ahí libre te deja libre.

 

Horror sagrado; el miedo.

Alessa

Violeta

Angelina

Armanda

Luisa

Aléssima del grande y estúpido demonio;

 

sangrante en la sábana

ciega por las luces negras.

Árbol en agua turbia le duele la vida

y se amanece, cada vez, en sí mismo.

 

Ay Alessa

maniquí de piernas abiertas

mojadas

Ay del hombre que vea tus octavas

y que pretenda, al final de su caída

seguirse fértil y vanidoso.

 

Hombres como tales

tronándose los dedos de liebre

pizcando el sabor a charco.

Enamoran a sepultureras

del acaso cañón de su miseria

como si allí existiese

alguna medianamente correcta.

 

Es la tentación, Alessa

la misma que redactó en saliva y puño

la espantosa vida de Alicia.

La tentación por haberte ahogado en cera hace mil años.

Tentación de humo, sin hueco fijo

sin manera de escapar

del cuerpo humano

el cuerpo lobo

de guardia baja

el cuerpo amante.

 

Por eso has de beberte al demonio

con ese plástico ardiente de carmina seca.

Para no pedirte yo, ni alguna otra tontería

que te destruyas el nombre

y lo rescribas

en uñas de mujer atacante

cintura de mujer monumento

vientre de mujer entregada

el cuerpo amante.

 

Al final eres lo que quieras

ojo de muerto

aparición de algún muro.

Fuente evolutiva y la sangre de mis hijos con su propio mundo.

Alessa colectiva, siempre del demonio

siempre de los hombres drogantes contigo

en ti se piensan omnideseados

aquellos tristes errores del infierno.

 

De infamia transparente

grasa, de total grasa

llenas los besos que se chupan de tus bocas

de tus mil bocas hondas y pesadas

azules, transparentes, pesticidas..

Todas a favor del hambre

por la guerra de voces atrapadas.

 

A favor de las noches sin ellos

cuando te hartas de ti misma.

Hombres, todos los hombres

que te orillan al intersueño

con la probable fijación

en mantener la esperanza

en las fauces de Alighieri.

 

Y seguimos esperando.