El hombre te saluda con el placer en los labios.
Pronuncia tu nombre como quien pronuncia la pornografía;
se enreda con tus medios cabellos,
burla esa falda que ya no puede ayudarte.
Con su mano entra a tu dulce,
te acuesta en su nube artificial.
Te da un beso sonreído, penetrado,
(jadeante cordera recién robada).
Pero te sinceras...
sabes bien
que no le importa que estés muriendo.
2 comentários:
yo decía post, de posteseses de los que tu posteas, no comentarios ! xD
(lo mejor de este tipo de inmolaciones es el olor que dejan en la piel...)
saludos! un abrazo
Puedo asegurar que a algunos les importa. No es más que una cuestión de ego, a fin de cuentas. Y reinterpreto y plagio a David Huerta: mi alma en tu vitrina, junto a tu colección de escarabajos disecados.
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