Paralezza:
It doesn't matter who I am
...I'm here for you.
-María. Silent Hill 2
...I'm here for you.
-María. Silent Hill 2
Óyete, niña en auxilio mio. Con la cara tan sucia y armada de fractura, como un cráneo que se ha descompuesto de sí mismo.
Óyete el miedo, paso a paso carcome tus tripas en esa silla de ruedas tuya. Eres el fuego que te desprendió de la realidad compartida; hoy deambulas entre metros de distancia.. y ahí nos hemos encontrado.
Nunca sabré si eres capaz de engendrar dioses, como lo dijera este pueblo que estamos [re]habitando. Tampoco sabré si en algún repentino bosque iremos a encontrar a esos asesinos que tanta falta te hacen para levantarte de tu silla y matar, matar todo lo que no te haya alguna vez comprendido.
Te falta llorar, yo pienso.
Escapar de tu hambre, doblarte una y otra vez hasta que todas las niñas quemadas se parezcan a ti y vengan a buscar tu enfermedad insondable. Eres como el faro decapitado que tenemos en el pueblo. Y mucho más luminoso que eso.
Eres ese lugar abandonado donde nada tiene forma humana, sino defectos humanizados. Preferimos unos tragos de alcohol [plantíos de Claudia Blanca], y escondernos en lo más recóndito de nuestros cánceres antes que salir huyendo de nuestras propias rejas.
Tus caballos ácidos, tus fantasmas de ceniza, niños con navajas en el salón de clases; la casa que siempre soñamos tener no proviene del terrible Flauros destructivo, sino del laberinto desquiciado en donde yo también formo parte.
No esperarás a la fuerte Pirámide, así como yo no esperaré a ninguna otra niña endemoniada.
Yo soy quien penetra la sangre para beber el cebo de tus ojos.. sólo que aún no es mi turno de clavarte mi cuchilla.
Aún no... No mientras esté yo de vacaciones.
Óyete el miedo, paso a paso carcome tus tripas en esa silla de ruedas tuya. Eres el fuego que te desprendió de la realidad compartida; hoy deambulas entre metros de distancia.. y ahí nos hemos encontrado.
Nunca sabré si eres capaz de engendrar dioses, como lo dijera este pueblo que estamos [re]habitando. Tampoco sabré si en algún repentino bosque iremos a encontrar a esos asesinos que tanta falta te hacen para levantarte de tu silla y matar, matar todo lo que no te haya alguna vez comprendido.
Te falta llorar, yo pienso.
Escapar de tu hambre, doblarte una y otra vez hasta que todas las niñas quemadas se parezcan a ti y vengan a buscar tu enfermedad insondable. Eres como el faro decapitado que tenemos en el pueblo. Y mucho más luminoso que eso.
Eres ese lugar abandonado donde nada tiene forma humana, sino defectos humanizados. Preferimos unos tragos de alcohol [plantíos de Claudia Blanca], y escondernos en lo más recóndito de nuestros cánceres antes que salir huyendo de nuestras propias rejas.
Tus caballos ácidos, tus fantasmas de ceniza, niños con navajas en el salón de clases; la casa que siempre soñamos tener no proviene del terrible Flauros destructivo, sino del laberinto desquiciado en donde yo también formo parte.
No esperarás a la fuerte Pirámide, así como yo no esperaré a ninguna otra niña endemoniada.
Yo soy quien penetra la sangre para beber el cebo de tus ojos.. sólo que aún no es mi turno de clavarte mi cuchilla.
Aún no... No mientras esté yo de vacaciones.