Y aquí es donde uno viene a rendirse cuentas.
Temer el desarrincono
la independenciarlequín
palabras que me gustan por cómo se confunden
con un lugar que de tanto beberse
se vuelve aserrín.
Pero eso sí
que nadie me cante nada
ni me prometa que no me prometerá
porque me subo la playera
y a ver quién carajos me encuentra allí.
No es que precise una sentencia de muerte
(¿o hace falta que se muera otra persona
para enterrarnos las uñas?)
Es más bien una hinchazón de no ser el único,
el desmuñecado, desprendible
y en algunas ocasiones
un garabato ajeno,
que está obligado a sonreír.
Ésa y todos los demás.
¡No voy a compartirte nada!
Y así como es incorrecto beber solo
también está mal
exiliar a base de notedigos
a quien se aguanta el frío
y lo tiene todo en un lejano sillón junto a una ventana.
...voy por más