Algunas incoherencias se ponen de acuerdo
Cuando amamos profundamente un cuerpo, hemos de amarlo también descompuesto. Somos, además, esa carroña, como decía Baudelaire.
Cuando amamos profundamente un cuerpo, hemos de amarlo también descompuesto. Somos, además, esa carroña, como decía Baudelaire.
ResponderExcluir