segunda-feira, 28 de outubro de 2013

The Big Bang Theory Fractal Exposition

Comencé a disfrutar mucho más The Big Bang Theory (TV Series, 2007) luego de ver el episodio piloto no transmitido (unaired).
TBBT se aprovechó de un círculo virgen y rico para una comedia. El geek, el friki, ése que es patético, triste, torpe, inadaptado, akward, endeble, avionado, depresivo, infantil e incomprensible. ¿Cómo es que nadie había visto antes los terabytes de pleno entretenimiento en personajes como éstos?



El piloto no lanzado trataba de ridiculizar al geek en vez de mostrarlo como un estereotipo divertido para propios y extraños. En él, Leonard y Sheldon viven dentro de una compleja burbuja que sólo ellos entienden bajo un ambiente tan ensombrecido que ni siquiera ellos estaban cómodos con sus personalidades (inclusive el departamento es terriblemente oscuro). Parecía que había un miedo por parte de los productores de hablar sobre personajes que ni ellos conocían, y preferían exponerlos como llaves cerradas que quién sabe de lo que estarán hablando. Hacerle bully al geek por cómo es, evidenciarlo como un impedido, insultar finalmente.

Era necesario sacar a estos geeks hacia un punto incómodo para ver sus faltas y torpezas. Entra entonces Katie, la después reemplazada por Penny, que derrocha una actitud descaradamente slutty, hueca y agresiva y que obligará a los nerds a salir de su burbuja de pizarras y algoritmos... ¿para qué? Para humillarlos, menospreciarlos y reconocer que lo que ellos hacen y quienes son no le interesa a absolutamente nadie.
Hasta aquí, Katie se inclinaba a ser la protagonista de la serie, la que lidiaría con ellos y les enseñaría cómo sostener una cerveza o, por supuesto, anatomía femenina. El truco era reducirlos a la ingenuidad, como si hubiesen nacido ayer, como si jamás hubiesen intercambiado frases con persona alguna, porque eso hace a un nerd, ¿no?



Afortunadamente, Chuck Lorre cambió a su equipo y con ello cambió también el alcance de la comedia y el aprecio a los personajes. En lugar de tener a un Sheldon que bebe y baila en favor de la ciencia, El Dr. Cooper se convirtió en un personaje entrañable por ser alguien extraño pero no inconexo con el mundo que lo rodea. Sheldon es cínico e inocente, seguro e inseguro, inestable en el orden matemático de su rutina. Para Sheldon, la ciencia es su personalidad, no su modo de ser a con el mundo. Mientras que el piloto dirigía a Sheldon hacia el bullying y a vivir junto a una pizarra, la evolución de TBBT lo convirtió en un icono de identificación del público en el menor de sus t.o.c.s, y acaso todos conocemos y queremos a un más o menos Sheldon en nuestras vidas , no por nerd, sino por Sheldon. No nos reímos de Sheldon, sino que disfrutamos su imposibilidad de entender al mundo, pero no por ello es un desadaptado; al contrario, Sheldon, en toda su sheldonidad, es un referente inequívoco del geek interior, ése que no nos avergüenza ni que hay que sacar a pasear sólo para ver qué sucede. Sheldon se convierte en la humanización del geek interno y se manifiesta en un personaje tan rico en capacidades cognitivas que no hace falta sacarlo de su zona de confort para verlo frustrado e incómodo con el mundo. Comprendemos a Sheldon no por obsesivo, sino por Sheldon: humanización de lo raro y divertido que disfruta de lo geek sin fracasar en el mundo.

Leonard no cambia mucho, desde el principio Leonard es convincente como el adultescente que es, y no tiene miedo de usar sus referencias de físico para explicarse. Leonard es sensitivo al tiempo que posee un apetito sexual que no lo delata como un mediocre, es capaz de sonreír en la vergüenza que le dan sus hobbies, y de todos, es el personaje de mayor temple y problema social aun cuando su personalidad humilde y atenta lo obliga a hacerse pequeño en situaciones muy serias. Leonard está construido a partir de un ideal geek que, a diferencia de Sheldon, sí que invita a querer ser similar a él.

Todo esto trae de origen al estereotipo, como lo comenta Jorge Cham en una conferencia. Pero ahí, Cham, autor de las viñetas igualmente socially awkard PHD Comics, reprueba a The Big Bang Theory por exponer al geek como un estereotipo. Yo estoy en desacuerdo con él, el geek es un estereotipo, y todas las series se basan en esa fórmula: construir a un personaje que tenga X ó Y obsesión, sacar provecho de dicha obsesión y mostrarlo como imbatible en dicho talento, sea comedia, policiaca o drama. TBBT restaura al geek en una cultura mundialmente capitalista, y nos recuerda que existen personas como Amy o Stuart (quizás mi personaje favorito) que conviven en el mundo con la problemática de ser una minoría que no se le ha prestado atención. Si la sociedad sigue estereotipando al joven físico, no será por TBBT, sino por su incompatibilidad con la persona dicha. ¿Por qué no darnos la oportunidad de divertirnos con personajes de los que no sabemos nada pero asumimos formas de su rareza? Fue la premisa inicial de la serie.

Penny vino a rescatar la serie de una manera sutil y a tono con el resto de los personajes. Claro, se presenta como una Girl Next Door hueca e ignorante, pero no es ninguna estúpida, ni es sobradamente slut. Guapa, extrovertida, normal, Penny no buscaba ridiculizar a nadie, ni aprovecharse de nada. Fue una innocent bystander que tuvo que integrarse al grupo paulatinamente hasta evolucionar con ellos. No hizo falta transformarla, ni ponerla en una distancia obvia, simplemente interactuar con Penny era un juego sincronizado por el caos y el akwardness, pero nunca a desatino ni reprobación de nada. Acaso cuando se enfadaba, era natural que Penny expusiera lo distinta que es, pero eso sólo hacía que se convirtiera en un elemento necesario por aportar algo a la serie que fuera más o menos portal hacia la gente más vana, pero nunca desbaratando el ambiente friky que dirigía la acción de las cosas.


El resto de los personajes femeninos: Amy, Bernadette, Priya y Leslie, son el punto de la balanza que equilibra lo incómodo con lo cómodo. Me gustaría muchísimo incluir a Lucy porque siento que Kate Micucci entra como zapato a TBBT, pero no parece que vaya a regresar. Es una pena, porque si había que tener a una mujer tan awkard y tan simpática como la propia serie, sólo podía ser Micucci.

En fin, la serie creció y con ella sus personajes. Howard se desposa y sale de casa, Leonard mantiene su relación con Penny, Sheldon obtiene un éxito profesional que parecía no poder conseguir nunca (y novia también), y Raj logra hablar con mujeres sin el boost del booze. No es fácil hacer crecer a los personajes y que sigan cuadrando con el tema. Ya hemos visto a Los Simpsons con un Bart que tiene 10 años hace 20, y a un grupo de Friends que nunca podrán hacer otro papel en su vida. Pero el grupo de Leonard crece y se nota, pero no se despega del encantamiento geek que observamos de fuera sintiéndolo adentro. Quizá haya algo o mucho de proyección de mi parte a con los personajes, pero si la serie es tan exitosa, quiere decir que somos muchos los que encontramos divertidas las referencias a Star Wars, Matrix, D&D, gaming y lo socially awkward.




Para mí ha sido un acierto el mostrar la inestabilidad de la cultura geek. A diferencia de Cham, creo que le vino bien a muchos frikis poder salir del clóset nerd y llevar con orgullo playeras de Bazinga!, o cantar el tema de intro con un estruendoso BANG! como si fuera el himno mundial geek (¡Nosotros construimos las pirámides!) demostrando con ello que hay comedia en las habitaciones más incomprendidas, quizá por ello aún más interesantes.




quarta-feira, 9 de outubro de 2013

El escritor es el asesino



Luego del fiasco que me llevé viendo Read or Die! (2001), perdí la esperanza en que el escritor, como personaje con todos sus clichés y estereotipos, fuera material atractivo para una serie o un ánime. Desde muy joven me di por enterado que los escritores, lejos de la ficción de una novela, no son como tales héroes, ni aventureros, ni tienen agallas; no serían nunca protagonistas de series trepidantes llenas de misterio ni salvarían nunca el día*.

Esta tarde pasé el día viendo The Following (Fox, 2013), una serie que salió a conversación leyendo un libro de Edgar Allan Poe. La serie, protagonizada por James Purefoy, Shawn Ashmore y Kevin Bacon, me dejó replanteándome la idea de que en el aburridísimo oficio de escribir, puede existir algo más intrigante y misterioso que citar a Walt Whitman.

Claro, la novela de misterio es en sí literatura pensada para el suspenso, pero no es literatura misteriosa. Nos reconforta la certeza de que el escritor es un cincuentón asillonado de tacuche y lentes que va a conferencias y bebe mucho. The Following contrapone a este estereotipo dominante con un escritor encantador, psicópata y titiritero al estilo de Hannibal Lecter o Jigsaw. Presuponemos que el escritor de novelas de misterio sabe, en teoría, ejecutar un asesinato, dirigir a sus personajes y sorprender al mundo con pistas nuevas y traiciones y venganzas. Al mismo tiempo sabemos que un escritor es incapaz de agarrar un cuchillo bien afilado.

Viendo al personaje de Purefoy, Joe Carroll, caí en cuenta de que el escritor puede ser trepidante en su vida, no sólo en sus libros. Carroll es un maestro ejemplar de literatura, enamorado de su profesión y buen consejero de adolescentes. En la serie, Joe hace guiños a la obra de Allan Poe en los numerosos asesinatos que lleva a cabo como mente maestra aun estando en prisión. Acaso esta idea ya había sido más o menos explotada por la película The Raven (2012), con un Allan Poe pésimamente interpretado por John Cusack que va un paso detrás de los asesinatos ocurridos en reproducción física de sus historias (plot que también ocurre en Castle (abc, 2009) serie que de momento prefiero pasar por alto). Este Allan Poe es más un rastreador de pistas que un escritor, o que un Allan Poe en todo caso; el personaje Joe Carroll es una mezcla de The Joker con William Faulkner buscando someter a expertos en criminología usando su conocimiento y el poder literario. Si tal cosa existe, él, cruzado de brazos, logrará demostrarlo con la elocuencia y genialidad que sólo podría tener, justamente, un escritor.

La verdad es poco lo que puedo decir sobre The Following (espero a que se cargue el 4º capítulo mientras escribo esto), pero sí es mucha la percepción que, aunque absolutamente ficcional y manipulada, me deja deseando sobre el oficio de ser escritor, lejos de la tediosa Academia y los pesados libros jamás leídos. 
Pensando en la personalidad ideal para un escritor, me vino a la mente de inmediato Californication (Showtime, 2007), serie que tallo en piedra en mi Top-5 y que muestra a un escritor viviendo el absoluto sueño americano junto con su simpatiquísimo mánager. En Californication el éxito como escritor es desbordante mientras que el código moral desciende hasta llegar a las orgías, las drogas y la violencia. Durante mucho tiempo quería visualizarme siendo ese Hank Moody al que admiraba su serenidad para resolver los problemas y la gracia de sacar un comentario cínico en la peor de las circunstancias. Hank es un anti-héroe mujeriego y alcohólico, un sex symbol entre los de por sí ya idolatrados Best Sellers, es decir, es también un estereotipo, al menos del joven escritor norteamericano.

Joe Carroll y Hank Moody son entonces dos escritores protagonistas de su vida y no de su obra. ¿Es posible para un escritor ser más interesante que sus novelas sin tener que ser huérfano a los siete o sufrir de algún trastorno psicológico? Estoy seguro que no. Cuando faroleo de ser escritor recibo dos tipos de respuestas: 1) "Qué cosa más de hueva", o 2) "Qué padre, yo también quiero escribir ¿qué me recomiendas?". Es decir, nadie visualiza a un asesino serial jugueteando con el FBI a placer, ni a un semental inmune a la heroína como el personaje de Duchovny. Para que un escritor sea protagonista de una historia de misterio, el que sea escritor ayuda poco o nada, como el caso de Misery o The Shinging donde tanto Paul como Jack bien podrían haber sido alfareros y ningún cambio sustancial habría.

Pienso en los universos estáticos del escritor que lo impulsan a crear obras increíbles. Pienso que no es requisito morirse para escribir bien sobre la muerte, pienso en el personaje de Bored to Death (HBO, 2009) y su necesidad de salir a vivir aventuras para poder escribir una novela. Pienso también en lo desinteresante que es el escritor del que no sabemos nada, efecto que no ocurre en otras profesiones como Skater profesional o borracho de alquiler.

The Following presenta así la posibilidad del escritor para ser una mente criminal maestra sólo por el hecho de ser un escritor; así como la posibilidad que podría tener un maestro de química cocinando metanfetamina, o un psiquiatra que encuentra en el canibalismo una filosofía inobjetable.



*Obviaré aquí a escritores de videojuegos como Harry Mason o Alan Wake, por ser también copartícipes de la acción con las agallas del jugador.

domingo, 6 de outubro de 2013

Liebster Awards Nomination

Cientos de gracias para los chicos de llave sin puerta por nominar mi sitio web para Liebster Awards. Estoy honrado por el reconocimiento.



A continuación responderé a las 10 preguntas que se incluyen la nominación. ¡Gracias de nuevo!


 -¿Por qué decidiste empezar tu propio blog? 
Cuando estudiaba en la Facultad de Filosofía noté cómo la escuela se interesaba poco por la redacción de los estudiantes y no los motivaba para escribir ningún tipo de texto que no fuera el académico. Comencé a hacer mis ejercicios de redacción en un Fotolog donde hablaba de reflexiones personales, opiniones del día a día y otras chaquetas mentales y a la gente parecía agradarle mucho cómo escribía.
Por angas o por mangas cerré mi cuenta de Fotolog pero seguía con ganas de publicar y seguir siendo escuchado. Llegué a Blogger buscando una plataforma de contacto con otros escritores, muchos de mis compañeros universitarios tenían uno y consultaban otros tantos, haciendo de Blogspot una especie de comunidad de escritores independientes.


 -¿Buscas una meta a largo plazo con tu blog?
Busco convertirlo en una especie de archivo personal para rastrear mi crecimiento como escritor. No me gusta tener carpetas y carpetas apiladas en Mis Documentos de trabajos que he hecho y que se perderán sin salir a la luz. Blogger me sirve para recibir comentarios, ser leído y registrar mis pasos hacia alguna suerte de consolidación creativa.


-¿Cuál consideras tu entrada más importante? O al menos la más especial
Tendría que ser "¿Por qué los hombres aman a las Girl Gamers?", es una pequeña reflexión que surgió luego de que amigos y yo fantaseábamos con la novia perfecta, y coincidimos que debían jugar videojuegos. Es la entrada más importante porque pude reusarla para una mesa de lectura Kitsch en la Facultad de Filosofía y Letras, y como currículum para ser contratado por una empresa de desarrollo de videojuegos.


-¿Consideras que tu estilo de escritura está influenciado por alguien? De ser así, ¿quién y por qué? 
Seguro he recibido influencias de Montaigne, Vila-Matas, Fernández Gonzalo, Humberto Eco y Juan Villoro, pero no sabría identificar hasta qué grado, porque nunca escribo para imitar estilos, sino para hacer el mio, sea o no un monstruo de Frankenstein, me gusta saberme yo en cada palabra que elijo. Pienso que lo que yo hago es un ensayo sin ataduras, un debraye mental, una charla de fantasmas. Me gusta sentirme libre en lo que redacto.


-¿En qué dirías que tu blog se distingue de otros que tocan temas similares? 
Pienso que es la honestidad y la imparcialidad con la que trato temas que me gustan. Aquí hablo sobre videojuegos, literatura, ánime, poesía y otros temas que me apasionan, pero siempre intento manejarlos de forma directa, global, con gusto pero sin censura. Acaso la simplicidad es algo que disfruto de mi página y acaso sea también lo que provoca poca atención, pero me gusta la sencillez y el minimalismo en las cosas.


-¿Qué puedes decir sobre el diseño de tu blog? ¿Tú lo creaste, es una plantilla que te gustó especialmente?
Es una plantilla predeterminada a la que modifiqué el fondo de pantalla y la columna derecha. Los tonos oscuros siempre me han dado una sensación cálida y, dado que este blog es algo similar a una casa de pajas mentales, me pareció que tonos oscuros los mantendrían más cómodos. También la iluminación en la página se parece muchísimo a mi cuarto real.


-¿Qué crees necesario para que un blog o una página web resulte atractiva? 
El diseño es el 60% de una página web. Cuando trabajé con diseñadores entendí que debes hacer las cosas obvias en una página, con algo de dinamismo, pero cuidando la practicidad de navegación. El contenido deberá ser breve, al menos para mí que me cuesta trabajo leer en computadora.


-¿Cómo manejas la publicidad? ¿Dónde dejas links y por qué?
No manejo publicidad. Los ads me parecen una falta de respeto. Acaso apoyo a dos o tres amigos durante un tiempo con promociones en la columna, pero eso es todo.


-¿Cuál es la obra de arte más importante en tu vida? (libro, pintura, canción, etc.) 
Libro: Drácula de Bram Stoker. Este libro me provocó miedo, tristeza, desesperación, sorpresa. Me confirmó mi pasión por la lectura.

Pintura: Las meninas de Carlos Velázquez. Ver esa pintura es como vivir un universo paralelo donde soy un rey. Me da una idea de otredad dentro de mí, me personifico en la pintura.

Canción: El hombre que casi conoció a Michi Panero de Nacho Vegas. Esta canción me hace estar en paz conmigo mismo, alzar mi copa y alegrarme de mis pequeñísimos triunfos.

Película: The Matrix. Siempre descubro cosas nuevas cada vez que la veo, sea en filosofía, cyberpunk, religión, es una película muy compleja y justificadamente alucinante.

Videojuego: Silent Hill. No sabrás lo que es el miedo hasta que juegues Silent Hill a solas y de noche.


-¿Consideras Blogger una red social funcional en términos de interacción y discusión?
Pienso que sí. Su número de usuarios es reducido, y quizá podría buscar una forma de hacer el formato más amigable, pero que exista Facebook no resta valor a los bloggeros que se han destacado por hacer profundas observaciones, ser amistosos con gente extraña y saber escribir. Creo que ése es un círculo importantísimo.